El prestigioso autor y psicólogo Dr. Helmut Kaplan hace referencia, en su artículo “Traición a los animales” (“Verrat an den Tieren”, texto completo en alemán en www.ProVegan.info/aufsatz-verrat, fuente:http://www.tierrechte-kaplan.org/kompendium/a214.htm) al informe de Christiane Haupt sobre el matadero. A continuación un extracto:
“’Un vídeo del año 2001 de doce minutos de duración acerca de la vida normal en un matadero nos muestra muy claramente que Christiane Haupt no dio con un matadero especialmente malo y en un época poco propicia. El video no se filmó por medio de la ‘cámara oculta’, sino con una cinta de rodaje aprobada oficialmente en un matadero certificado por la Unión Europea de la región colindante entre la Alta Austria y Baviera.’
Esquema de una escena: ‘Un toro formidable, levantado por la pata con cadenas de hierro, cuelga boca abajo en la cinta de producción – aparentemente aturdido por una descarga eléctrica. El matarife le corta el cuello con un cuchillo grande, y sale un torrente de sangre. De pronto pasa algo que sobrecoge al espectador: mientras que el matarife está ocupado rajándole el pecho con un cuchillo y silbando para sí, los ojos del animal se abren y cierran lentamente. Y entonces el toro empieza a bramar – en el vídeo se oye muy claramente: un mugido horroroso, borboteante y ronco se impone sobre el ruido del proceso de matanza. Finalmente el animal chorreante de sangre se encabrita, incluso varias veces, colgado del gancho. El matarife, que está cortando la pezuña delantera, tiene que ponerse a cubierto. La lucha mortal dura largos minutos.’
Esta escalofriante escena pertenece, como ya he dicho, a la vida cotidiana del matadero (incluso tratándose, en el caso de este matadero, de una ‘empresa presentable’, por lo que podemos suponer que en otros sitios se trabaja con mayor brutalidad): de 30 animales aturdidos aquí en una hora por medio de una descarga eléctrica, se despiertan 6.
Una versión revisada del vídeo (mostrada en varios documentales de la televisión alemana) en la que se añadieron escenas no mostradas hasta ahora, sacaba a la luz más detalles espantosos: ‘En la nueva versión se ve que el toro no sólo berrea mientras se retuerce durante varios minutos en su agonía. Cuando el matarife está limpiando de sangre la sala y a sí mismo con una manguera, el maltratado animal, con sus últimas fuerzas y la lengua sacada, intenta llegar al chorro de agua. La grabación documenta claramente: estos animales están completamente conscientes, perciben todavía su entorno mientras están siendo cortados y convertidos en carne.’
El vídeo se puede ver en: www.ProVegan.info/video-schlachthof
Una razón actual para el aturdimiento por medio de la descarga eléctrica – junto a los continuos escándalos de la falta de control y el aturdimiento a destajo (!) – son las modificaciones en los métodos de matanza debido a la encefalopatía espongiforme bovina (las ‘vacas locas’): desde principios del 2001 está prohibido en la Unión Europea el uso del llamado “destructor de la médula espinal”, porque con esto se podrían extender por todo el cuerpo los tejidos nerviosos potencialmente infectados. Esta varilla se introducía a través de un orificio de entrada en la médula, por lo que la muerte cerebral era irreversible y estaba garantizado que el animal no podría sentir más dolor. Con la renuncia al destructor de médula ‘está programado un resultado insuficiente’, según Ingrid Schütt-Abraham del instituto federal alemán para la protección sanitaria del consumidor y la medicina veterinaria. Por otra parte esta renuncia ha desvelado los fallos que se producen en el